Dulce de membrillo original con moldes de letras decorativas

Todos conocemos el típico dulce de membrillo casero, esta deliciosa receta dulce es todo un platillo tradicional que se disfruta en toda España y en Latinoamérica. Puedes encontrarlo a la venta en formato industrial como elaborado en casa y aunque la forma típica es rectangular y aunque para muchos esta forma está bien, puedes hacerlo aún más divertido, en especial para los más pequeños del hogar.

Moldes de letras decorativas

Si quieres elaborar un dulce membrillo original utiliza moldes de letras decorativas para dar la forma final a este exquisito postre y si tienes niños pequeños, serán la mejor opción para entretenerlos o enseñarles las letras.

Incluso si no tienes niños en casa, puedes utilizar moldes de letras para dar una forma única a tus dulces de membrillos y hacer reír a tus familiares y amigos.

¿Cómo preparar el dulce de membrillo con moldes de letras decorativas?

A la hora de preparar un dulce de membrillo lo primero que debes hacer es lavarlos muy bien. Luego necesitarás pasarlos a una olla grande y cubrirlos con agua. Llévalo al fogón y cocina hasta llevar a ebullición. A partir de este punto sigue estos pasos:

  1. Cuando el agua llegue a ebullición, baja la intensidad del fuego hasta dejarlo a intensidad media y deja cocinar durante 40 o 45 minutos.
  2. Al pasar este tiempo solo tienes que retirarlos del fuego con cuidado y dejarlos enfriar por un buen tiempo. Una vez se encuentren fríos, debes pelarlos, retirar la pulpa y cortarla en pequeños trozos.
  3. Necesitarás una balanza en este punto, utilízala para pesar la cantidad de pulpa resultante. Si has cocinado un kilogramo de membrillos, puede que obtengas 850 g de pulpa, para esta cantidad necesitarás 680 g de azúcar. Esto quiere decir que la proporción es 800 g de azúcar por cada kilogramo de pulpa. Si tienes una cantidad mayor o menor solo tienes que calcular la cantidad necesaria de azúcar.
  4. En una olla grande y de fondo plano vierte la pulpa de membrillo y añade el azúcar. Remueve y cocina a fuego bajo. Con el tiempo el azúcar se integrará a la pulpa. Pasados unos diez minutos o cuando el azúcar se encuentre disuelto, lleva la mezcla a la batidora.
  5. Mezcla el membrillo y el azúcar en la batidora, regresa a la olla y permite que se cocine durante una hora.
  6. Remueve la mezcla de vez en cuando con una cuchara de madera para evitar que se pegue en el fondo y que se cocine de manera homogénea. La pulpa se espesará y oscurecerá con el tiempo.
  7. Clava la cuchara en el dulce y cuando se mantenga firme por sí sola tendrás la textura adecuada. Si sientes que aún quedan trozos gruesos y quieres un dulce más fino, puedes utilizar una batidora de mano y cocinar un poco más.

Cuando esté listo, vierte el dulce en un molde rectangular de buen tamaño, bajo y ancho. Deja el dulce en el frigorífico durante 24 horas o hasta que obtenga la textura y consistencia adecuada. En este punto desmolda y utiliza los moldes decorativos de letras para cortar las diferentes porciones. Sirve o guarda para un posterior consumo.

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